La Espada de Bolivar (La Espada del Peru). Por Víctor Torrealba
Durante su carrera militar, Simón Bolivar utilizó muchas espadas, tanto en batalla, como en diferentes celebraciones, algunas de las cuales pudo haber perdido y otras cuantas, obsequiado. La Espada del Perú, protagonista de este articulo es conocida en Venezuela como la Espada de Bolivar Original y sólo es una joya artística, no es la espada de batalla del Libertador. A continuación su historia.
Las batallas de Junin y Ayacucho fueron los últimos enfrentamientos dentro de las campañas terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas y significó el final definitivo del dominio colonial español en América del sur.
Después de la batalla de Ayacucho el 9 de Diciembre de 1824, la cual selló la independencia del Perú del imperio español, Simón Bolívar recibió múltiples honores del digno pueblo peruano, entre los más elevados, los títulos de Libertador y uno entre tantos honores fue esta espada.
La espada fue obsequiada al Libertador Simón Bolívar por la municipalidad de Lima, Perú, en 1825. Es una de las joyas de orfebrería más valiosa que posee nuestro país. Esta espada formó parte de un regalo de agradecimiento que hizo el Perú a el libertador. La espada fue fabricada en Lima por Chungapoma en 1825 y bajo la dirección del señor C. Freyre.
La Espada del Perú fue una joya muy apreciada por Bolívar y la acompañó durante toda la gesta independentista hasta su muerte. En 1833 las hermanas y sobrinos del Libertador dividieron las prendas y joyas de éste, tocándole esta espada a su hermana doña Juana Bolívar, de quien pasó después de su muerte a manos de las familias Briceño Palacio y Amestoy Palacio. Esta espada se expuso el 28 de octubre de 1872 en Caracas, junto con los demás objetos preciosos del Libertador que poseía la familia Palacio.
La Espada de Bolivar en Venezuela
En 1889, el gobierno del Doctor Rojas Paul adquirió esta espada de las familias Briceño Palacio Palacio por la suma de Bs 120.000 y la destinó al museo de Bolívar. Desde 1974 permanece en custodia en el Banco Central de Venezuela, junto a una colección de joyas del Libertador, adquiridas por la institución.
Descripción detallada de la Espada de Simón Bolivar por el Dr. Aristides Rojas
La vaina es en su totalidad de oro macizo de 18 quilates, con una de sus caras cincelada, en la cual sobresalen elegantes y variados dibujos. En la parte superior de aquella, en los bordes de la entrada de la hoja, figura la siguiente inscripción: C. Freyre Comisionado Ano 1825; y en la parte inferior hay una serpiente de nueve pulgadas de largo y ojos de rubí, que la abraza. El peso de la vaina, es más o menos de sesenta y cuatro onzas.
La hoja de acero grabada al estilo de Damasco tiene en el reverso la siguiente inscripción: “SIMON BOLIVAR” – “UNION Y LIBERTAD” “Ano 1825″, en el anverso se lee: “Libertador de Colombia y Perú”– “Chungapoma me fecit en Lima”. Cada una de estas inscripciones está separada por dibujos alegóricos, como trofeos de armas, laureles, genios, entre otros.
La guarnición de la espada es de mérito artístico sobresaliente. El pomo lo constituye un bello busto macizo, el genio de la Libertad, coronado del gorro frigio. Al contemplar el busto sobresale por su brillo el gorro formado de brillantes graciosamente colocados, sobre todo el superior, de tres y medio quilates que esta circundado por una corona de laureles compuesta de diamantes. El gorro contiene ciento cincuenta y cinco piedras.
La empuñadura tiene la figura de dos pirámides de oro macizo truncadas y unidas por sus bases. Cada pirámide de cuatro caras sobresale por las diversas obras que en ella se ostentan. En la pirámide superior llama la atención por una de las caras el escudo de armas del Perú, en relieve, que lleva arriba una corona de laurel tachonada de treinta brillantes. En el reverso de esta pirámide se ve un trofeo de armas sostenido por dos cuernos de la abundancia en relieve, que lleva arriba una corona de laurel tachonada de treinta brillantes.
En el reverso de esta pirámide se ve un trofeo de armas sostenido por dos cuernos de la abundancia en relieve, que se derraman en cascada de brillantes. En los otros dos lados se tocan, en su parte media, dos racimos de palmas que penden de cada extremo y que simulan lluvia de estrellas que desciende.
La pirámide inferior tiene en el adverso la dedicatoria siguiente: “El Perú a su Libertador” sobre fondo mate y con las letras en relieve; el todo circundado por una cinta de treinta brillantes, mientras que en los otros lados se ostentan racimos de piedras a manera de festones.
Las dos pirámides están unidas por sus bases por medio de una cinta de dieciocho brillantes de primer orden,
sobre los cuales juega el rayo de luz de una manera que cautiva la mirada; y en sus extremos están igualmente dos cintas de brillantes, tan notables como los del centro. El conjunto produce sorprendentes efectos de luz.
Uno de los gavilanes de la cruz tiene por cada lado un brillante de primera clase; en el gavilán opuesto que remata en forma de voluta, sobresale de cada lado una constelación de brillantes. La cazoleta, trabajo riquísimo, la constituye una masa de oro macizo, en figura de escudo, que detiene la mirada no solo por los brillantes que contiene, sino por la bella escultura que sobresale en su centro. Un grupo de dos indios de oro mate en relieve, sostiene con dos manos un asta que lleva el gorro de la libertad, mientras que empuñan con las manos libres dos banderas también en relieve.
Los penachos que adornan la cabeza de los indios y el gorro son de brillantes hacinados, que aparecen como tres constelaciones sobre la hermosa masa de oro. A derecha e izquierda de este grupo, hay dos palmas de laurel tachadas de brillantes, y más al exterior y partiendo de la base de las palmas y de la parte inferior de la cazoleta, resaltan dos hermosísimos cuernos de la abundancia, ambos engastados de brillantes: rematan por dos grandes brillantes de dos quilates cada uno.
En la unión de la cruz con la cazoleta sobresale un cintillo que contiene treinta y cuatro brillantes. El pomo, las pirámides, la orla de la dedicatoria, las palmas, los laureles, los cintillos y la cazoleta, constituyen un conjunto de más de ochocientas estrellas, perfectamente colocadas de manera tan bella como simétrica.
De la parte inferior del pomo se desprende un dragón de oro que lleva dos brillantes en la enroscada cola, dos rubíes por ojos y una corona de dieciséis brillantes en la cabeza; sostiene con su boca un florón de espigas de oro montadas de brillantes que va a encontrarse con otro igual que parte de uno de los gavilanes. Al unirse los dos florones para formar el arco de la empuñadura, aparece un medallón orlado de brillantes por ambos lados que guardan en su centro estas iniciales S.B. superpuestas: ambas están formadas de brillantes aglomerados.
El broche del cinturón que acompaña esta espada es una placa solida de oro en forma de rectángulo, de cuatro y media pulgadas de largo por tres y media de ancho; pesa 134 1/2 gramos. Tiene en el centro un gran sol en relieve, con trece rayos, cada uno de los cuales remata en un brillante. En el centro de sol están las iniciales S. B. formadas por treinta y dos diamantes y orladas en una guirnalda de sesenta y tres brillantes. Más no termina aquí la belleza de este broche. Casi abarcando los extremos de los rayos de sol, aparecen dos festones de laureles y palmas formados de brillantes que parten de la parte inferior central del broche, unidos en sus extremos por un lazo de rubíes. Por último, la pieza que esta guarnecida en su contorno de un cintillo que contiene ciento ochenta y cuatro brillantes. El broche solo consta de cuatrocientos noventa y ocho brillantes.
El cinturón se compone de tres franjas de grana bordadas en oro con tres cargadores y tres hebillas de oro. El cinturón mide 81 cm. de largo. El total de los brillantes que sobresalen en esta celebre espada llega a ochocientos setenta y nueve, incluyendo los rubíes y las piedras del cinturón, forman un total de mil trescientas setenta y cuatro piedras preciosas.
Esta obra está considerada como una de las espadas más notables que existen en el mundo, por la riqueza y calidad de las piedras, las esculturas y todo el trabajo artístico. Su mérito hace honor al joyero que la construyo, al país que dispuso de ella y a la época en que fue ejecutada.
Anexo: Cuantas Espadas de Bolivar existen?
Según los escritos de la época se han reportado 6 espadas de Bolívar:
1) La espada que le fue regalada en Lima, Perú, según el recuento del tomo 28, segunda parte de “Las Memorias del General O’leary”.
2) Dos espadas más aparecieron publicadas en El Papel Periódico Ilustrado de Bogotá, en 1883.
3) Existe una cuarta espada que se encuentra en la Quinta de Bolívar en Bogotá, de donde fue sustraída en los años setenta por el comando guerrillero del M-19.
4) Una quinta espada fue la que le regaló Bolívar al general Páez en 1826 y éste la entregó 40 años después al arzobispo de Caracas para rendirle homenaje al libertador.
5) Finalmente hay una sexta espada en la Quinta de Los Libertadores en Perú, obsequiada por el presidente Petión de Haiti. En la Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, existe una réplica de la espada de Lima de 1825.
category_post(" Las Joyas de Simón Bolivar"); ?>