Riesgo País: Un Indicador Incómodo

370741[1]

Desde hace meses el presidente Nicolás Maduro se ha venido quejando, en los términos que le son propios, que «Venezuela se ha sometido a una guerra psicológica, la persecución financiera internacional, colocando el riesgo país sobre países como Ucrania o peor…». La anterior lamentación fue parte de un discurso pronunciado en agosto de 2015.
Para el presidente de Venezuela las agencias calificadoras de riesgo como JP Morgan Chase, Moody’s, Standard & Poors, Euromoney, etc. son malintencionadas, por decir lo menos, al emitir los resultados de sus estudios con respecto a las perspectivas económicas de nuestro país, resumidas en el Índice de Riesgo País que publican dichas agencias regularmente.

Pero, qué es el Riesgo País

Cada nación es diferente y a la hora de realizar una inversión se toman en cuenta dichas diferencias. Habiendo países mas confiables que otros, los inversionistas ponderarán la posibilidad de pérdidas en aquellos que por razones especificas pudieran incumplir con los pagos de las deudas contraídas. Así un mismo inversionista podría cobrar a dos países distintas tasas de interés por un crédito otorgado por la misma cantidad de dinero y al mismo plazo, dependiendo del riesgo (posibilidad de incumplimiento) percibido de cada uno de ellos. Para determinar cuánto adicional cobrar y a qué países hacerlo se utiliza el Índice de Riesgo País.

Pero cómo se mide

El Índice de Riesgo País es un indicador que busca cuantificar la compensación económica esperada por los inversores para estar dispuestos a asumir el riesgo de entregar su dinero a un determinado estado soberano.

El Índice de Riesgo País más utilizado por los inversionistas es el EMBI+ (del inglés «Emerging Markets Bonds Index» o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) y lo calcula desde el año 1.995 la agencia calificadora JP Morgan Chase utilizando para ello el cálculo de los rendimientos de 109 instrumentos financieros de 19 países en vías de desarrollo a nivel mundial (incluyendo a Venezuela).

El EMBI+ parte del criterio aceptado universalmente de que la posibilidad de incumplimiento del gobierno de los Estados Unidos en el pago de sus obligaciones a los tenedores de bonos del tesoro (Treasury Bills) es muy baja, por lo que estos marcarían el rendimiento libre de riesgo.

El EMBI+ de un país resulta de calcular la diferencia entre el rendimiento (tasa de interés) que pagan los bonos de ese país denominados en dólares y los Bonos del Tesoro de Estados Unidos. Esa diferencia (llamada spread o swap) es ni más ni menos que la prima de riesgo que obtienen los inversionistas por colocar su dinero en instrumentos diferentes a los «Treasury Bills».

El EMBI+ se mide en puntos básicos (pb) y 100 pb equivalen a un punto porcentual (1 %) adicional («plus» en inglés) que se le suma a la tasa de interés pagada por los bonos del tesoro norteamericano para determinar la tasa mínima a la cual un inversionista estaría dispuesto a colocar su dinero fuera de Estados Unidos.

Así cuando el 8 de octubre de 2.015 el Índice de Riesgo País de Venezuela se ubicó en 2.958 pb y la tasa de interés de los Treasury Bills en 2,94% esa misma fecha, los créditos otorgados ese día al gobierno de Venezuela exigirían un rendimiento mínimo de 32,52 % (29,58 + 2,94), una tasa evidentemente muy elevada, que evidencia la percepción poco favorable del país para los inversores internacionales en ese momento, aunque por debajo del máximo histórico en el Índice de Riesgo País alcanzado por Venezuela el 07 de agosto de 2.002 con 7.222 pb.

Por qué es importante para unos e incómodo para otros

Con la internacionalización del capital financiero los banqueros se encontraron con que la concesión de créditos a otros países acarreaba la necesidad de tener en cuenta variables que iban mas allá de las simples finanzas. Además de éstas hay que evaluar aspectos políticos, económicos, sociales, geográficos y culturales de los países destino de sus inversiones.

Cuando un inversionista entrega dinero a un Estado lo hace a cambio de bonos y papeles de deuda que obligan al país por un monto y un plazo determinado. Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto debido a la posibilidad de incumplimiento y de esa manera compensar y atraer capital externo para financiar los proyectos locales. Por lo que el riesgo país determina el flujo, los destinos y el costo de capital.

Un riesgo país elevado podría restringir la entrada de inversiones en la economía, limitando la acometida de nuevos proyectos que generen empleo y crecimiento económico. Afectando incluso a la empresa privada debido a que la falta de créditos e inversión externa provocará escasez de recursos financieros haciendo subir la tasa de interés, lo que podría agravarse aún más si compiten por dichos recursos escasos el sector público y privado.

Venezuela y el riesgo país

En Venezuela la percepción de riesgo país está íntimamente ligada a la variación del precio del petróleo, variando en sentido inverso. Así, cuando el precio del petróleo sube los inversores tocan a la puerta con maletas llenas de dinero fresco. No es para menos cuando recordamos el grado de dependencia de nuestra economía del hidrocarburo, más del 70 % de las divisas por exportación se las debemos al oro negro.

Sin embargo, se esperaría que dado un bajón en los ingresos por exportaciones debido a precios deprimidos de los productos que se venden al exterior sean afrontados con políticas económicas coherentes y avaladas por la comunidad económica internacional. Si eso no sucede y además existen controles de cambio y de precios, inflación elevada, corrupción generalizada, falta de transparencia o ausencia de cifras oficiales de desempeño económico, altos índices de inseguridad personal y jurídica, irrespeto a los derechos de propiedad, entre otros «detalles», quizá pueda entonces el presidente Maduro entender porque Venezuela debe pagar un «poco más» por los préstamos solicitados al exterior.

No puede negarse que el Índice de Riesgo País es un indicador muy simplificado de la situación económica de una nación, pero es bueno recordar también que es sólo un elemento más, no el único, que utilizan los inversores internacionales a la hora de tomar sus decisiones.

Los inversionistas miran al presente, por supuesto, pero para ellos mucho más importante es el futuro, o como nos gusta llamarlo a los economistas, las expectativas. Si hay problemas actualmente en una economía, pero los responsables de la política económica están tomando medidas para solventarlos, las expectativas y la percepción de riesgo país mejoran.

Leave a Reply

clocks for websitecontadores web